Hay pliegues de piel regados

Se arrebatan de recuerdos,
No se impongan los temblores del frio!,
Arremetan contra el enemigo de la calma!
Y que se revuelquen las almas sucias.
En las calles un aliento a marina sopla,
Se deteriora la espera en el vendabal de la noche
Y se queman a fuego lento los dedos que se incrustan
Y se dicen expertos
No hay respiro de paz, porque estan solas
No hay quejas
Porque en las delicias de las gotas se escurren
Y se pierden
Hay un decir lejano que permite a la esperanza
Volar muy bajo,
Y el susurro de las horas
Y la inquietud de los párpados
Tal vez jamás puedan morir...
G.P.
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